En la fotografía de retrato debemos tener claro las siguientes premisas:
Existen dos tipos de retratos en fotografía, el robado y el pactado. El robado es aquel que se hace cuando el modelo no se da cuenta de que estamos disparando, le robamos literalmente su imagen en cámara. En este caso lo más importante es que nunca os ocultéis si os descubren, es mejor enseñar la foto y contar por que la estáis haciendo que salir corriendo.
En el retrato pactado hay complicidad con el modelo y siempre es bueno contarle la fotografía que queremos hacer para prepararla como se merece.
Para ello básicamente buscaremos colocar a nuestro modelo con una Iluminación frontal o lateral, dejaremos la iluminación posterior solo para los contraluces. Realizaremos varias tomas buscando la naturalidad en el retrato, que no se vea forzado, para ello el modelo debe tener calma.